Simon ha lanzado su nueva apuesta para la digitalización, amable y nada invasiva, de los espacios. A partir de la app iO de Simon 100, disponible para todo tipo de smartphones, podemos variar la iluminación de un espacio, controlar los consumos, activar o temporizar dispositivos o crear escenas que fomenten usos diferentes del lugar. Todo ello, a través de una interfaz intuitiva y con total seguridad.
La tecnología digital ha transformado la forma como nos relacionamos entre las personas. Con la llegada del llamado Internet de las cosas, también está cambiando cómo nos relacionamos con los objetos y, por extensión, con los espacios. Ya es una realidad que los espacios puedan conversar con los individuos que los habitan, anticipándose o adaptándose a sus necesidades y hábitos. Esta tecnología, que ya está impactando en el sector hotelero, implica que los huéspedes puedan preferir espacios personalizables a partir de órdenes y gestos sencillos. Simon siempre ha tratado de adelantarse a ese inminente futuro. Manteniéndose fiel, eso sí, al diseño que ha practicado la firma: aunque la tecnología adquiera mayor importancia en nuestro entorno, la interacción con ella debe ser amable, casi invisible.
De esa filosofía, hace algo más de dos años y coincidiendo con el centenario de la firma, nace la serie Simon 100, que consiste en una colección de mecanismos capaz de digitalizar los espacios pero que no requiere ningún tipo de instalación especial. Son, pues, unos mecanismos que pueden convertirse en inteligentes. En todo momento, durante los seis años de investigación y desarrollo del producto, se tuvo un aspecto claro: la interacción debía ser la misma de siempre, pulsando un interruptor, la interacción más sencilla y común de nuestra vida cotidiana.
Instalación convencional, control total
La innovadora colección permite la digitalización de un entorno a través de un enchufe que actúa como HUB y mecanismos digitales que incorporan una conexión wifi (añadir que la instalación eléctrica es la convencional, no se necesita hacer una nueva). Éstos se conectan a una aplicación móvil que permite dar funcionalidades o programar a través de un sistema operativo exclusivo llamado iO Simon.
Para eliminar mandos complejos y evitar situar pantallas en el entorno, la configuración se realiza a través de una aplicación para Smartphone (que ya está disponible para iOs y Android). La app ha sido clave a la hora de mantener la sencillez de uso: “nos ha permitido facilitar la configuración del sistema a partir de un lenguaje y un dispositivo que está presente ya en la gran mayoría de la población”, explica Alfred Batet, responsable global del área de digitalización de Simon.
Trasladar la configuración al móvil y darle un lenguaje intuitivo ha permitido a Simon mantener un diseño minimalista en los dispositivos a la vez que se expanden sus funcionalidades. La aplicación nos permite añadir funciones sin complicar la interacción, puesto que siempre hemos querido que el diseño se explicara por sí mismo, que la tecnología no abrumara al usuario”, continúa Batet. De esta forma, a partir de una instalación convencional y unos dispositivos de diseño estilizado e interacción intuitiva podemos configurar experiencias adicionales, personalizando el entorno o bien, tener un control sobre la luz y los dispositivos, desde un punto de vista de sostenibilidad. Todo a partir de una interfaz intuitiva que llevamos en el bolsillo todo el día. Desde el teléfono podremos, por ejemplo, “temporizar el uso de determinadas lámparas o dispositivos, medir consumos, encender luces de cortesía, etc. La aplicación nos permite activar funcionalidades según las necesidades del usuario”, continúa Batet.
Seguridad y escalabilidad
Eso sí, la aplicación no debe confundirse con “una especie de mando a distancia” con el que ir encendiendo o apagando luces y dispositivos. De hecho, el uso de la aplicación puede ser bastante eventual, solo para configurar la instalación y cambiar cuando las circunstancias del espacio así lo exijan manteniendo su accionamiento al pulsar una tecla. Es más, “una de las claves de Simon100 ha sido siempre su escalabilidad”, nos cuenta el experto.
Podemos digitalizar completamente un espacio o bien instalar los dispositivos máster, pero no activarlos hasta que sea necesario. “O podemos ir más allá y digitalizar completamente nuestro entorno, a partir de la centralización en dispositivos master. Y luego, utilizar la aplicación para variar esas configuraciones en determinados momentos o contextos”, nos cuenta Batet. Esto es especialmente útil en los espacios comunes de establecimientos hoteleros que pueden tener usos diversos a lo largo del día. Configurando varias escenas de iluminación distintas podremos convertir un restaurante en un luminoso comedor para desayunos, un refinado restaurante a la hora de la cena, un bar de cócteles o, en caso de convenciones y congresos, un salón con puntos de luz destinados a los invitados de honor o ponentes. Esas diferentes escenas de iluminación podrán alternarse con un par de clics en nuestro dispositivo móvil.
En el entorno digital siempre se debe estar atento a cuestiones de seguridad, sobre todo si estamos hablando de un lugar abierto al público. Por esta razón, Simon ha incorporado protocolos de encriptación de los datos de la aplicación y realiza de forma regular auditorías en materia de ciberseguridad.