Los dispositivos más inteligentes y los mejores estándares están impulsando la innovación para un futuro más confiable, inteligente y sostenible.
Los dispositivos conectados se han convertido en una expectativa: ya sea en casa, en la oficina o moviéndose por la ciudad, las personas confían en dispositivos y sensores inteligentes e interconectados que hacen sus vidas más fáciles, más productivas y más eficientes.
Hoy en día, los avances técnicos como los chips de menor potencia, la mejor conectividad y la inteligencia artificial avanzada (IA) y el aprendizaje automático (ML) están desbloqueando nuevos casos de uso de Internet de las cosas (IoT). Las aplicaciones en el cuidado de la salud, la fabricación y el transporte están despegando.
Un informe de McKinsey proyecta que, para 2030, los productos y servicios de IoT crearán entre 5.5 billones $ y 12.6 billones $ en valor. Las soluciones de IoT, sin embargo, vienen con complejidades. Estos van desde el desarrollo de dispositivos de detección que ofrecen conectividad segura en la nube hasta la generación de información para el usuario final. La escasez de semiconductores y las interrupciones de la cadena de suministro causadas por la pandemia de coronavirus continúan afectando a proveedores y fabricantes. Diferentes ecosistemas, IP, tecnologías y estándares han hecho que el mundo actual de dispositivos conectados desafortunadamente esté fragmentado y torpe. Y el desarrollo de productos simple y seguro sigue siendo un desafío.
Para hacer realidad la promesa futura de IoT, los líderes de la industria deben acordar estándares para alinear a los fabricantes y fabricantes de dispositivos. Los fabricantes de productos, software, hardware y chips de IoT, ya sean socios o competidores, deberán colaborar para crear nuevas características, productos e innovaciones y llevarlos al mercado más rápido.

Impulsores del crecimiento de IoT
Las necesidades de la industria, las empresas y los consumidores están dirigiendo la innovación de IoT: a medida que los avances tecnológicos abren nuevos casos de uso, ciertas industrias clave están impulsando el crecimiento de los dispositivos conectados. Las fábricas y la salud humana, por ejemplo, representarán entre el 36% y el 40% del valor desbloqueado estimado para 2030, según McKinsey.
Las innovaciones en las cuatro tecnologías habilitadoras de IoT (chips, conectividad, seguridad e inteligencia artificial) están reduciendo los costos y dando lugar a mejores dispositivos.
Los procesadores y componentes inalámbricos más pequeños y eficientes permitirán que los dispositivos conectados penetren aún más en mercados clave, como electrodomésticos de consumo, automóviles y transporte, fabricación e industria, y salud humana. Las redes mejoradas conducen a una conectividad más confiable, abriendo oportunidades para aplicaciones previamente inviables.
A medida que los dispositivos interconectados demuestran su valor, la demanda aumenta. Rob Conant, vicepresidente de ecosistemas de software de Infineon, que proporciona soluciones de semiconductores y software para empresas de IoT, describe la propagación de las aplicaciones de IoT en una industria tras otra, desde el seguimiento de flotas en la década de 1980 hasta la fabricación industrial y la red inteligente en las décadas de 1990 y 2000. Él ve que la propagación continúa en diversos negocios:
«La conectividad se está extendiendo a más y más aplicaciones: las bombas de piscina se están conectando, las bombillas se están conectando, incluso los muebles se están conectando», dice. Entonces, de repente, las empresas que tradicionalmente no eran compañías tecnológicas se están convirtiendo en compañías tecnológicas debido a las propuestas de valor que pueden ofrecer con IoT. Esa es una gran transformación en esos negocios».
Imágenes interior: MIT Technology Review
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