El fabricante de lámparas Marset también está presente en la Feria Light & Building, que se celebra esta semana en Frankfurt. En todas las luminarias se conjugan perfectamente diseño y funcionalidad. Cada pieza tiene una historia propia en torno a la luz: Theia, Concentric y Ginger.
Con nombre de diosa griega, la lámpara Theia (del diseñador Mathias Hahn) expresa la belleza de la luz. En ella, materiales y formas son tan solo el medio para materializar el concepto que ha motivado su trabajo: unir en una misma pieza luz y sombra.
Theia tiene dos caras, para descubrirlas sólo hay que girarla suavemente sobre su eje. Se puede dirigir hacia el usuario y funciona como una lámpara para leer. O bien, hacia un objeto o una pared, creando un sutil efecto de luz indirecta que caldea el ambiente en un instante. Este giro cambia completamente la percepción de la pieza, ya que su difusor metálico es totalmente opaco.
Su diseño formal es elemental y reducido: dos semiesferas colocadas una en horizontal y otra en vertical que interseccionan entre sí. Formas elementales que, como en la propia naturaleza, hacen posible que, a partir de una fuente luminosa, la luz se proyecte, se refleje y sea absorbida por los objetos.
Luz que hipnotiza
Otro modelo es Concentric (Rob Zinn), una luminaria impactante, lo mismo apagada que encendida, aunque es en la oscuridad, con la luz encendida, cuando se muestra más impresionante y dinámica. El efecto que provoca es casi hipnótico por la manera en que vibra la luz cuando la miramos.
El diseño de Concentric surge de la observación de un fenómeno natural. Durante un viaje en avión, su autor reparó en el efecto de la luz solar entrando por las ventanillas y reflejando los colores vibrantes de la ropa de los pasajeros sobre la superficie blanca y curva del interior de la nave. La colección Concentric parte de un trabajo artístico que resalta esa interacción entre la luz y la reflexión del color, ya que cada placa circular blanca juega con un color diferente en su reverso.
Por su forma simétrica más pura, Concentric juega con esas reminiscencias al astro sol, y se presenta en tres tamaños distintos y tres combinaciones diferentes de color: el modelo Corona de colores flúor, el modelo Major con colores cálidos y el Minor con colores fríos.
Cuando se unen la luz y la madera
Son muchas las soluciones lumínicas que propone Marset. Por su originalidad, destaca el modelo Ginger (por Joan Gaspar), en madera. Ésta es una vieja aliada de la iluminación más intimista, un material complicado de moldear que la colección Ginger resuelve con nitidez. La combinación de láminas de madera, papel y resinas prensados a alta presión consigue una luminaria de aspecto casi plano, sobrio, que ilumina los espacios con luz indirecta desde una presencia leve.
La colección Ginger se ha ido ampliando con el tiempo para dar solución a diferentes necesidades de iluminación, con distintas versiones de suspensión, sobremesa aplique o pie, y con brazo móvil. Este año, se incorpora un nuevo tamaño más pequeño de suspensión, una versión portátil de sobremesa, otra versión de pared con brazo móvil y tres tamaños de apliques de gran sencillez formal que se combinan entre sí.
La nueva lámpara de suspensión con un diámetro más pequeño (ø20 cm) resulta idónea para espacios que necesitan un pequeño punto de luz, y en su versión de aplique con brazo para iluminar el cabecero de la cama. Además, en suspensión se ofrece en grupo de tres unidades.
Gracias a una batería de ion litio recargable, la nueva versión portátil de sobremesa Ginger permite iluminar con total libertad un espacio de manera autónoma, sin necesidad de cables. Como indica Marset en su página web, “estamos convencidos de que hacemos algo más que lámparas”, de ahí su vocación por el diseño.
Fuente: FELICES · Communicology & PR