Francesc Rifé y María José Delgado han elegido Vibia para iluminar una casa, un oasis de paz asomado al Océano Atlántico en Punta del Este, Uruguay.
Calma visual, proporción geométrica y una especial atracción por los materiales nobles definen el trabajo de Francesc Rifé, que desde su estudio en Barcelona trabaja proyectos de todas las escalas y tipologías como la ‘Vivienda Joe’ en Punta del Este, Uruguay.

Una casa situada en un emplazamiento único y con impresionantes vistas sobre el mar, construida en
hormigón y con una piel de madera de roble natural enmarcando puntos clave, que Rifé ha diseñado en
colaboración con la arquitecta María José Delgado.

“El deseo de escapar del estrés de la ciudad, y la posibilidad de teletrabajar, llevó a los clientes a buscar una vivienda en un enclave tranquilo frente al mar”, cuenta Rifé, que destaca cómo estéticamente querían evitar cualquier tipo de exceso y conseguir un diseño limpio de atmósfera muy serena.

“El deseo de escapar del estrés de la ciudad, y la posibilidad de teletrabajar, llevó a los clientes a buscar una vivienda en un enclave tranquilo frente al mar”, cuenta Rifé, que destaca cómo estéticamente querían evitar cualquier tipo de exceso y conseguir un diseño limpio de atmósfera muy serena.

“Bastaba con fijarse en el entorno y en las impresionantes dunas de arena a lo largo de la costa para
saber que había que apostar por colores claros y materiales naturales”, explica el diseñador, para
quien el interior tenía que estar en sintonía con la sencillez del paisaje y, además, responder a la tranquilidad y calidez que los clientes anhelaban.


Basada en esa simplicidad asociada a la nueva forma de vida, la casa se organiza en dos zonas diferenciadas, con una zona de día abierta al entorno y otra de noche más individual y compartimentada.

Dos áreas con distinta distribución pero que comparten el mismo cuidado por los materiales, los colores y una iluminación en la que ha participado Vibia.


“Con la iluminación queríamos agregar singularidad y emoción a la atmósfera”, apunta Rifé, que en el caso del vestíbulo ha creado un ‘escenario’ de bienvenida para las Ghost diseñadas por Arik Levy. Como dos presencias luminosas construidas a partir de dos formas sinuosas superpuestas de vidrio triplex soplado, su carácter etéreo y sensual añade un toque lúdico al telón de fondo, mucho más geométrico y material de la envolvente de madera.
La luminaria, que reinterpreta desde una visión contemporánea las lámparas que tradicionalmente adornaban las entradas y salas de estar, permite regular manualmente la luz a través del aro negro que une las dos piezas.
Con unos característicos difusores en color ámbar que añaden calidez, la pareja de luminarias logra su máximo esplendor encendida, como una escultura luminosa ‘viva’ y en constante movimiento, que al variar su intensidad genera muy diferentes escenografías.

Desde la entrada se accede a la zona de día, con una cocina integrada en el salón-comedor y una gran puerta corredera de vidrio separando un estudio.
Sobre la mesa del comedor penden dos lámparas Flamingo de Antoni Arola, que como dos ligeras aves parecen flotar sobre el paisaje que se vislumbra a través de la cristalera que abre a la terraza.
“Las Flamingo regalan al espacio abierto la poesía característica de los diseños de Antoni Arola
logrando que, con sus líneas y la suavidad de su luz, la calma se instale sola en la vivienda.
Imágenes: Vibia