Digitalización, miniaturización, electrificación, sostenibilidad y nuevos materiales. Reflexiones holísticas. Abolición de las fronteras entre la iluminación decorativa y la técnica. He aquí la base de los aparatos de nueva generación que combinan estética y funcionalidad. Los descubriremos en esta nueva edición de Euroluce.
La luz ocupa cada vez más el centro de nuestro mundo hiperconectado, de las reflexiones sobre la sostenibilidad, de los procesos de digitalización y, al mismo tiempo, del pensamiento holístico sobre el bienestar humano.
Como es sabido, la luz influye en nuestras percepciones, rendimiento, preferencias, comportamientos e incluso en nuestro estado de ánimo. Así, en el presente, el diseñador de la iluminación no tiene otra opción.
Debe dominar la materia en lo tocante a la evolución tecnológica y a la reflexión filosófica sobre la luz, para proponer nuevos conceptos que cambiará la forma de diseñar los aparatos de iluminación en futuro. Esto es lo que Euroluce propondrá en su 31ª edición: más de 30.250 metros cuadrados de espacio expositivo (la zona de las muestras y los espacios públicos se calculan por separado), subdivididos en 4 pabellones (9-11 y 13-15) y 321 expositores (entre los que figura aproximadamente un 45% de extranjeros). Merced a todo ello se confirma como la feria internacional de referencia del mundo de la luz.
Sostenibilidad
En esta última década, el ahorro energético se ha convertido en uno de los temas más importantes que encara la industria de la iluminación.
En la actualidad, tanto a nivel de diseño como de producción, las acciones incorporadas son numerosas. De hecho, en lo tocante al proyecto, destaca el desarrollo de las fuentes de LED con consumos mínimos y eficiencia elevada: las nuevas soluciones son cada vez más inteligentes y capaces de conducir la luz con la mayor precisión y constancia evitando los derroches inútiles. Los nuevos sistemas de control en la red permiten encender y regular la luz mediante dimmers temporizadores.
Estos, al combinarse con el uso de sensores integrados, de sistemas de control individual y tecnología tunable white (ajuste de la tonalidad de la luz blanca) crean una iluminación dinámica que satisface los requisitos de optimización energética: solo iluminan cuando es preciso, con la cantidad de luz necesaria para suplementar la luz natural y para realizar la tarea específica para la que se diseñaron.
Por lo que respecta a la producción, se están implantando economías circulares en la fabricación y distribución de los aparatos: la investigación de materiales innovadores hace que los productos sean más duraderos. No obstante, lo fundamental es el uso de materias primas recicladas o reciclables, de bajo impacto, al igual que una producción inteligente de aparatos adecuados para múltiples aplicaciones, que permitan limitar el número de moldes y de emisiones de la maquinaria utilizada en la producción.
Además, el tema de la sostenibilidad obliga a las empresas a dar respuestas concretas también respecto del reciclaje de los componentes al final de la vida útil del producto. Por último, los diseñadores de iluminación están redefiniendo cada vez más la relación entre la luz natural y la artificial para combinarlas de la mejor manera posible, de manera innovadora y sostenible. En los espacios interiores: el objetivo consiste en aprovechar al máximo las fuentes naturales para reducir el derroche y preservar el medioambiente.
En los espacios exteriores: la atención se centra en los cuerpos de iluminación, que sean capaces de aprovechar la energía solar para alimentarse autónomamente.

Digitalización
En esta última década, el ahorro energético se ha convertido en uno de los temas más importantes que encara la industria de la iluminación.
En la actualidad, tanto a nivel de diseño como de producción, las acciones incorporadas son numerosas. De hecho, en lo tocante al proyecto, destaca el desarrollo de las fuentes de LED con consumos mínimos y eficiencia elevada: las nuevas soluciones son cada vez más inteligentes y capaces de conducir la luz con la mayor precisión y constancia evitando los derroches inútiles.
Los nuevos sistemas de control en la red permiten encender y regular la luz mediante dimmers temporizadores. Estos, al combinarse con el uso de sensores integrados, de sistemas de control individual y tecnología tunable white (ajuste de la tonalidad de la luz blanca) crean una iluminación dinámica que satisface los requisitos de optimización energética: solo iluminan cuando es preciso, con la cantidad de luz necesaria para suplementar la luz natural y para realizar la tarea específica para la que se diseñaron.
Por lo que respecta a la producción, se están implantando economías circulares en la fabricación y distribución de los aparatos: la investigación de materiales innovadores hace que los productos sean más duraderos. No obstante, lo fundamental es el uso de materias primas recicladas o reciclables, de bajo impacto, al igual que una producción inteligente de aparatos adecuados para múltiples aplicaciones, que permitan limitar el número de moldes y de emisiones de la maquinaria utilizada en la producción.
Además, el tema de la sostenibilidad obliga a las empresas a dar respuestas concretas también respecto del reciclaje de los componentes al final de la vida útil del producto. Por último, los diseñadores de iluminación están redefiniendo cada vez más la relación entre la luz natural y la artificial para combinarlas de la mejor manera posible, de manera innovadora y sostenible.
En los espacios interiores: el objetivo consiste en aprovechar al máximo las fuentes naturales para reducir el derroche y preservar el medioambiente. En los espacios exteriores: la atención se centra en los cuerpos de iluminación, que sean capaces de aprovechar la energía solar para alimentarse autónomamente.
Human Centric Lighting
Un factor de innovación en el sector del proyecto luminotécnico procede de las neurociencias, que aclararon la relación existente entre los aspectos fisiológicos y los neurofisiológicos del ser humano y la arquitectura del espacio que habita.
Por ello, en el trabajo del diseñador de la iluminación, repercute cada vez más la influencia de los descubrimientos científicos relacionados con los efectos que la luz provoca en las personas: ya no es cuestión de iluminar un espacio y nada más, sino de diseñar para mejorar el rendimiento humano y amplificar las sensaciones de bienestar y confort que las escenografías luminosas pueden suscitar.
Por consiguiente, la Iluminación centrada en el ser humano o HCL (por su acrónimo en inglés de Human Centric Lighting) persigue el objetivo de que las personas “se sientan bien” a través de una luz de calidad y dinámica. Es decir, una luz, capaz de variar y modular la intensidad a lo largo del día para alternar momentos de concentración en reposo, regulando el ritmo circadiano, inhibiendo o estimulando la producción de melatonina.
Personalizable, tanto en términos de espectro luminoso como en relación con las necesidades específicas del usuario. Una luz, lo más posible similar a la del sol. De todo ello deriva un contundente impulso a innovar: efectivamente, en la actualidad, gracias a los sistemas inteligentes, los productos más avanzados son capaces de captar las reacciones fisiológicas de las personas. Y, en situaciones de estrés o malestar, intervienen modificando los parámetros luminosos.
En especial, la temperatura del color y el color de la luz, para recrear condiciones de bienestar. ¿La última frontera de la HCL? La integración en el objeto luminotécnico de sensores sofisticados, capaces de descifrar el movimiento de las pestañas y los ojos, captando la postura, la transpiración y los movimientos de la persona. En base a esta información, será posible diseñar productos que sepan responder eficazmente incluso a las necesidades inconscientes de los usuarios.

Diseño
Junto a la tecnología, la poesía, la emoción y la belleza protagonizarán esta edición. Una vez superados los límites de un estilo único que pueda imponerse como «tendencia”, el diseño de la luz da cabida a sugerencias y estímulos diferentes y acuña nuevos conceptos múltiples de estética y decoración con el objeto de evitar lo obvio y lo banal.
La seducción del minimalismo, que se basa en formas sencillas y colores suaves, presente en gran parte de la producción, se compensa mediante objetos luminosos que hacen gala de una personalidad fuerte y del regreso de un estilo más figurativo y acentuadamente decorativo.
Los materiales naturales y las técnicas de inspiración artesanal se alternan con compuestos súper tecnológicos. Las proporciones pequeñas y la portabilidad se disputarán el primer plano con la suntuosidad de objetos con un efecto escénico y teatral seguro.
Imágenes: Euroluce