El Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) informa en su página web sobre un sensor portátil que ha creado para las personas aficionadas al deporte, que detecta posibles lesiones en la cabeza, ya que recoge datos sobre golpes duros.
Las lesiones en la cabeza son un tema candente en la actualidad en medicina deportiva, con numerosos estudios que apunta a una alta prevalencia de las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte, tanto diagnosticados y no diagnosticados, entre los jóvenes y los atletas profesionales. Ahora una herramienta inventada por el MIT está ayudando en la detección y el diagnóstico de las conmociones cerebrales, en tiempo real.
¿Cómo surge?
El pasado octubre, un alumno del MIT, Ben Harvatine, que sufrió varias lesiones en la cabeza como luchador de toda la vida, comenzó a vender un sensor portátil para los deportistas, llamado Jolt Sensor, que detecta y reúne datos sobre impactos en la cabeza, en tiempo real.
Comercializado a través de la startup Jolt Athletics, el sensor está siendo utilizado en todo el país por los equipos de la escuela primaria a los niveles universitarios, y está siendo probado por los equipos profesionales.
«Estamos tratando de dar a los padres y entrenadores otra herramienta para asegurarse de que no pasan por alto grandes golpes», dice Harvatine.
Seguimiento de impacto
El sensor es esencialmente un pequeño clip, que se puede montar en un casco, por ejemplo, para medir el impacto de un atleta. Cuando el atleta recibe un fuerte golpe, el sensor vibra y envía alertas al móvil, a través de una aplicación que está supervisada por los entrenadores o los padres.
La aplicación muestra a cada jugador del equipo que lleva el sensor. Mediante el registro de cada impacto, grande o pequeño, la aplicación también crea estadísticas de impacto para cada atleta. «Usted puede ver cómo un atleta está en tendencia – día a día, semana a semana, mes a mes – en términos de su exposición total al impacto y mitigar las situaciones de alto riesgo antes de que se provoquen lesiones», dice Harvatine.
Varios otros sensores de monitoreo de conmoción cerebral están disponibles actualmente. Sin embargo, una innovación clave de este sensor de la sacudida, según Harvatine, es un protocolo de comunicaciones personalizadas que permite un número ilimitado de sensores para transferir datos a la aplicación de hasta 200 yardas de distancia. «Eso nos da una gama incomparable», afirma: «Usted no tiene que perseguir a sus hijos en todo el campo con su teléfono para obtener dichas alertas. En realidad se puede seguir a todo un equipo a la vez».
Fuente e imagen: MIT