La dinámica del mercado laboral ha ido cambiando con el tiempo, en parte debido a la globalización y a los distintos tipos de herramientas de comunicación que han hecho posible un mundo más integrado. En este nuevo escenario, estar formado no significa tener un puesto garantizado, siendo necesario, el desarrollo de habilidades que vayan más allá de las técnicas.
Según el estudio Deficiencias de Capacidades, el 73% de los trabajadores españoles considera que existe un déficit de capacidades, y 6 de cada 10 afirman que esta carencia repercute directamente en sus puestos de trabajo. Entre las diferentes competencias, han cobrado cada vez más importancia las soft skills, como por ejemplo: Inteligencia Emocional, Inteligencia Cultural, Resiliencia y conceptos de Ciudadanía Global. A pesar de ser competencias intangibles que solo pueden demostrarse en la práctica, todas ellas tienen un gran peso en el mercado porque significan habilidades que se adquieren con la práctica y la percepción que cada persona tiene del mundo.
Además, no es raro ver empresas que quieren expandirse en el mercado internacional, buscar en sus colaboradores estas aptitudes, pues es decisivo para retener grandes resultados para el negocio. 8 de cada 10 encuestados afirman que han tenido que adquirir competencias adicionales para desempeñar su trabajo, aun según el estudio.
La educación es una parte decisiva de este proceso, cuando los jóvenes entran en contacto con diferentes actividades, crease conexiones, descubren cómo socializarnos con el entorno y cuáles son suyas pasiones. Así, la base educativa debe ser muy sólida para desarrollar personas para los retos de este camino. En WorldEd School – red educativa internacional estadounidense – por ejemplo, se estimula el desarrollo de habilidades blandas mediante metodologías activas en las que los alumnos buscan soluciones a problemas reales y se convierten en protagonistas dentro y fuera del aula. Con las clases curriculares, pueden explorar sus intereses para seguir la carrera deseada.
En el año 2030, se estima que los requisitos para las habilidades sociales y emocionales (liderazgo, gestión, etc.) aumentarán en un 24% y la demanda de habilidades altamente cognitivas (como la creatividad o el procesamiento de información compleja) aumentará en un 8%, según el informe El futuro del lugar de trabajo, de la consultora McKinsey.
Es importante destacar que el equilibrio entre las competencias conductuales y técnicas (soft y hard skills) son esenciales, ya que permiten a las organizaciones afrontar mejor los momentos de crisis e incertidumbre e integrar a los equipos de forma homogénea.
Autor: Flavio Liberal, CEO de WorldEd School.
Imagen: WorldEd School