Tras años de experiencia en el mundo del interiorismo y la decoración, Abel Perez Gabucio creó Àbag. Ubicado en el Eixample barcelonés, nacen en Àbag exquisitos proyectos decorativos tanto para viviendas como para lugares de trabajo, comercios y hospitality. Combinando colores y texturas naturales con las necesidades modernas para espacios funcionales, Àbag supera el arte del diseño tradicional y contemporáneo creando lugares y ambientes con un sello inconfundible.
Especializado en la idea de “cada espacio tiene una distribución única y adecuada”, Abel Pérez Gabucio escoge trabajar con elementos relativamente desconocidos que trae a la vida con sus toques de color especiales, la textura y la iluminación. La sencillez de un halo de luz proyectada sobre una pared, el aprovechamiento de la luz natural para iluminar una estancia de forma perfecta no es casual en los proyectos firmados por Abel.
Àbag trabaja mano a mano con artesanos especializados en diferentes áreas, e incorpora creaciones de diseño propio en casi cada uno de sus trabajos donde novedosos materiales tales como el Piedra sinterizada, varillas macizas de acero inoxidable y laton, cable elástico de algodón en colores, micro chapa metálica, raíz de caoba o madera de sapeli , son combinados con otros más tradicionales de forma única aportando una personalidad y un toque exclusivo a cada una de las creaciones de este estudio.
Filosofía y diseño
“Decorar es amar el espacio donde vives o trabajas”, Abel Pérez Gabucio sintetiza así su filosofía de trabajo. A la hora de crear, diseñar y decorar un espacio, Abel conjuga a la perfección las necesidades y la funcionalidad del lugar, con las necesidades de las personas que lo van a ocupar. Por ello, en su forma de trabajar resulta imprescindible prestar atención a las necesidades concretas de cada uno de los miembros que van a vivir en una casa, trabajar dentro de un espacio o utilizar un espacio de hostelería.
En sus creaciones, Abel conjuga la sobriedad de las formas con la riqueza de los materiales y las texturas que utiliza. Además, también crea y produce sus propios diseños ya que es una manera mucho más concreta de establecer una comunicación con el espacio y conectar con su propio estilo.
Abel Pérez Gabucio es un diseñador que huye de las corrientes masivas y opta por crear espacios con personalidad propia, conjugando y mezclando estilos y tendencias con una decoración madurada.
En sus trabajos, Abel combina a la perfección forma y funcionalidad, no opta por sacrificar la funcionalidad en pro de crear un espacio visualmente perfecto.
Abel Pérez Gabucio es un interiorista declarado, distribuye el espacio (tratamiento de los techos, del suelo…) y luego lo viste con la decoración. Por ello, interiorismo y decoración son para Abel dos conceptos inseparables, por lo que dedica un gran esfuerzo y tiempo a conjugar ambos a la perfección.
En sus trabajos, Abel escoge una gama de colores homogénea y, a partir de ahí, busca la variedad en las texturas, todo ello jugando con matices y contrastes eclécticos. Espacios que sorprenden por elementos que destacan por el color y que le dan personalidad. La pérdida de miedo al riesgo es fruto de su madurez y experiencia. En los colores, apuesta por los blancos rotos con cualquier croma , gris seda y cualquier versión de azules , verdes , rojos o amarillos en función de lo que pida el espacio para dar pequeñas pinceladas de luz sin perder la harmonía: aunque los colores emergen solos, el proyecto los escoge.., un cuadro, una fotografía o una pieza de anticuario aportada por el cliente atrae unos colores u otros de la manera mas sorprendente.
Aunque “cada espacio te pide una cosa”, dice Abel, sus casas se caracterizan por ser elegantes pero cómodas, sobrias pero cálidas. Le gusta la sobriedad aunque sin olvidar el talento creativo que le aporta su juventud.
Un proyecto entero de casa es su mejor arma para crear un espacio armónico y poder darle a cada lugar un toque único y exclusivo. Por ello, las casas en las que trabaja Abel se caracterizan por el tratamiento de colores y texturas sin olvidar que cada espacio cuenta con su exclusividad. En las casas en las que trabaja Abel, cada estancia tiene sus características propias, sin que haya saltos bruscos entre ellas. La selección de los tejidos y la coherencia de los colores son las herramientas fundamentales en esa labor.